martes, 13 de septiembre de 2011

Prefiero un hasta luego...

   Hay veces en las que tienes que enfrentarte a cosas que para nada te gustan, que no te gustaría que se repitieran, que no te gustaría que nunca pasasen y que cuando suceden siempre buscas la explicación que nada ni nadie es capaz de dártela.


   Este verano he sido capaz de comprender cosas que nunca antes había tenido oportunidad de ni siquiera plantearmelas y con esto debo de explicar un poco mi experiencia en el extranjero para así exponer algunos de los ejemplos que me han llevado a hacer esta nueva entrada.


   Irlanda, uno de los pocos países que conozco, una preciosa isla en la que cuando sales te da la sensación de que todo es maravilloso, todo verde, un lugar donde cada pocos pasos te encuentras un gran parque, siempre limpio, donde puedes tumbarte tras una larga jornada de trabajo, o después de hacer cualquier otra cosa, pero en ese momento, en el momento en el que estás sobre el césped, casi siempre húmedo, te das cuenta de la suerte que tienes por poder estar en ese lugar. En esta bella Irlanda es donde he conocido gente maravillosa, pero no gente normal, como esas personas que te las encuentras por casualidad y no te dan nada nuevo, sino gente que me ha hecho recapacitar sobre lo que puede y no ser una buena persona, y aquí quiero mencionar a Jesús M, alguien quien me ha llevado a ver siempre el lado bueno de las cosas.
Por una parte odio conocer gente nueva, y a veces he odiado conocerles, porque luego la hora de la despedida no soy capaz de volver a imaginar otra vez mi vida sin volver a verles... y más aún cuando se quedan a vivir en Irlanda, como en el caso de Lucas, un chico que por una casualidad muy grande conocí y que esa casualidad ha hecho que mi estancia en Dublín sea el doble de agradable, espero volverlo a ver. Aunque sin duda lo peor fue cuando ese avión nos hizo regresar a España, el momento de la despedida fue dramático, no sería capaz de contar los besos y abrazos que nos dimos, personas que tan solo pude conocer en tres semanas, pero que nadie sabe lo que significaron esos pocos días para mí.


   A los pocos días de volver de esta rica estancia en la ciudad del "Arpa" se presentaron las fiestas de Argamasilla, una semana fantástica que me ha hecho disfrutar al máximo con la gente a la que veo normalmente, y que he podido conocer más a alguna persona que hasta ahora no me había dado cuenta de lo maravillosa que es y que aunque me vaya a visitar a menudo voy a echarle muchísimo de menos :)


   Pero hace tan solo unos días obtuve una sorpresa: Rafa, el profesor de filosofía se va a dar clase a Alcazar. Es algo que sinceramente me ha afectado mucho, ya que me había hecho a la grata idea de que ibas a estar otro año más con nosotr@s, y de repente no es así.
Te hago mención porque no he podido despedirme de ti y para así poder decirte que no has sido un profesor para nada "normal", los profesores habituales suelen obsesionarse con el temario, con poderlo terminar a tiempo y no son capaces de mirar que hay cosas mucho más importantes que no vienen en los libros. Tú nos has enseñado a pensar de otra manera, o quizá mas bien a llegar a la profundidad de las preguntas, ya que tan solo nos quedábamos en la superficie. Creo que aunque hayas sido un poco desorganizado a la hora de evaluarnos, lo que hemos aprendido de ti no vamos a tener la oportunidad de aprenderlo con cualquier otro/a profesor/a que venga, ya que todos son iguales y con lo que de verdad aprendemos no les interesa. Por todo esto me encantaba la idea de poder seguir mi último año aprendiendo filosorfía de una forma especial y me hubiera gustado que este año siguieses pasándonos tus conocimientos.
Espero que sigas leyendo nuestros blogs porque aunque no sirvan como otra forma de evaluar yo seguiré escribiendo con el mismo entusiasmo que lo hacía antes, y creo que habrá gente que también.
Sobre todo espero que tengas una agradable estancia en tu nuevo instituto sin olvidarte de los momentos que has pasado con tod@s nosotr@s.


Mucha suerte! :)