El otro día estuve mirando en la tele unas imágenes sobre el terremoto que se produjo hace unos días en Japón. No tuve muy en cuenta el tiempo que empleé en ver esto aunque no le llevé mucho a esta actividad.
Pude ver como un turista o un habitante japonés grababa imágenes en las que salían personas realizando su trabajo o rutinas diarias como un día cualquiera, aunque había algo que se salía de lo normal. Mientras que escribían cartas, informes...o cuidaban de sus hijos las habitaciones en las que estas personas se encontraban comenzaron a temblar muchísimo, de tal forma que los que se encontraban allí corrían rápidamente para todos lados asustados. Por la expresión de estas personas creo que no tenían ni idea de que era exactamente lo que tenían que hacer para salvar su vida.
A continuación aparecían unas imágenes muy parecidas a las anteriores aunque esta vez esos sucesos se daban en la calle. El simple hecho de no encontrarse en un sitio cerrado en el que un montón de muebles o el techo se les pudiese caer encima hacía que sus habitantes se moviesen con mayor libertad.
Creo que en este caso no eran capaces de pensar en un después, simplemente luchaban por salvarse de ese terrible terremoto. Con la expresión "un después" me refiero a que ante un suceso de ese modo no pasa apenas nada por la mente excepto una idea "salvarse" que es la que dirige, durante este tiempo, nuestra mente. No eres capaz de reflexionar sobre lo que te podría suceder o sobre por qué estabas en ese lugar, cosa que si superas ese momento te preguntarás con total seguridad.
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