jueves, 28 de abril de 2011

¿Puede que lo más importante sea lo que nunca llegamos a decir?

   Creo que es una muy buena pregunta. Decimos muchas cosas a lo largo del tiempo...tantas que a veces ni nos acordamos ni pensamos seriamente lo que hemos dicho. Lo escribo porque en muchas ocasiones me ha pasado esto y algunas veces, cuando digo algo que de verdad pienso o siento, le doy muchas vueltas: ¿lo habré dicho bien? ¿debería haber o haberle dicho otra cosa?. Un buen ejemplo puede ser un discurso, como la conferencia de padres de ayer, o simplemente cuando  mantienes un diálogo con una persona.

    Siempre le damos más importancia a lo que hemos dicho, pero no tanto a lo que no. Quizá eso que nos faltó por decir podría haber cambiado totalmente el momento en el que nos encontrásemos, aunque a la vez creo que cuando en una ocasión dada no dijimos algo es porque esto debía ser de este modo ( en una mirada filosófica).

   Para no quedarnos con la duda pienso que lo mejor es decir todo lo que pensamos, ya que si no puede que te pases mucho tiempo con el remordimiento de no saber que hubiese pasado y quizá no vuelvas a tener más la oportunidad de decir eso que tú consideras importante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario